Me gusta salir de lo tradicional, de las costumbres, ver y sentir todo como si fuera la primera vez, de esta forma acabo de nacer y soy eterno, así sólo me quede un minuto de entendimiento.
Las relaciones humanas no son obligatorias, son como todo, una elección y una decisión motivadas por la novedad, la experimentación, la tranquilidad, la expresión espontánea de todo tipo de actos y sensaciones, y el rescatar la belleza, espontaneidad, el afecto, el aprecio, y la honestidad de momentos vividos.
Ser como el flujo vital en el interior de un árbol, siempre fresco lo que transita, con el camino claro que recorre, pero analizando tramos nuevos que agilicen y/o alegren el recorrido.
La principal relación es con nuestro interior, pues ahí es donde reside todo lo que podamos imaginar y desear lograr.
El querer atar es como hacer un hueco a un colador, no queda sirviendo para lo que fue diseñado y construido.
La única forma es mantener la relación fresca y novedosa, sin ningún temor, pues se mantiene la principal, la más importante, la que se tiene con su interior.
Cuando la transparencia es la guía de la relación, no importa el tiempo, sencillamente se fluye feliz, ambos creciendo en todos los aspectos sin pensar en límites de ningún tipo.
La felicidad, la bondad, el Amor, la belleza, todo está en nuestro interior esperando por cada uno para proporcionarnos todo y poder vivir muy bien.
Namasté (la divinidad en mí saluda a la divinidad en ti).
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