miércoles, 2 de diciembre de 2015

Entrada 16

Te he sentido muchas veces, es tal tu poder que no sabía manejarte, era tal mi desconocimiento de que tuvieras nombre y significado, que sentirte y tenerte era sinónimo de sufrimiento.

Crecí con tanto temor, que el mayor era a Amar, a entregarme a la vida sin temor, a vivir por instantes de belleza, que finalmente después de tantos años y sin buscar la respuesta, apareció.

De forma tan sencilla y clara, y el lugar donde ha estado es tan cerca, que nunca miré.

He buscado y buscado, afuera y tan lejos, en lugares y personas, sin saber qué buscaba.

He sido como un chorrillo, luminoso y veloz pero sin dirección ni sentido fijos, quemando a seres con los que he estado, sin finalmente poderles nada entregar.

Toda mi vida has estado en mi interior, en un lugar oscuro, reposando cómoda y tranquila, mientras yo padezco las tempestades creadas por mí, ante acciones mías y de otros para conmigo.

La respuesta es actuar sin temor, Amar sin comparar, vivir plenamente el instante sin justificación alguna, sin desaprovechar la oportunidad, entregarme completamente hasta culminar, sin que sea necesario terminar. 

He de estar vigilante para que nada ni nadie cambie ese estado perfecto, incluso si es el objeto central de ese instante especial.  

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