sábado, 3 de diciembre de 2016

Entrada 48


La inconsciencia es una capa negra y gruesa que tapa la visión de todo lo bello, valioso, y que genera felicidad constante.

Se acostumbra mantener ese estado cada día, mostrándole al ser tristeza, insatisfacción, confusión, y falta de interés, de ganas y de cuidado al vivir (desidia).

La única consciencia que se tiene en muy escasos momentos, es que se está perdiendo una piedra preciosa, que si el ser empezara a trabajarla, podría conseguir la felicidad suya y de todos quienes le rodean.

Pero la angustia constante, la incapacidad de hallar la brújula que le indique hacia dónde dirigir su canoa, para empezar a ver con claridad lo que ha estado oculto por tantos años, debido a esa capa gruesa y oscura que cada vez abarca más espacio en su interior, se encargan de separarlo de todo y de todos.

Es posible el contagio de este mal estar a sus Seres más cercanos, los que comparten un espacio físico con él.

Su Amor por ellos, su incapacidad para el cambio interior debido a esa oscuridad permanente, producen el deseo de retirarse, sin saber qué es más conveniente para éllos, si continuar a su lado, o retirarse de él. 

Surge un detonante y toma la correcta decisión de alejarse para empezar a remover esa capa grande, pesada y de tantos años de actos extremos sin sentido.

Aprovecha las oportunidades que tiene y hace buen uso de éllas.

Empieza a formar hábitos de cuerpo, mente, y espíritu, se enfrenta a demonios robustos y crecidos sin usar ningún alterador de estado, para no retrasar su victoria.

La lectura, el ejercicio, y el enfrentamiento consigo mismo, le dan gran fuerza para ir arrastrando esa capa gruesa y oscura, e irla sacando de su interior para que la luz ilumine y pueda admirar con tranquilidad, alegría, y seguridad, la belleza y grandeza que nos rodea.

Siente que ha perdido el derecho a todo, se siente lleno y privilegiado, sólo es cuestión de avanzar, caminar sin detenerse hasta que llegue el momento de cambiar de envase.

La conclusión de todo esto, es que hay que hacer todo muy bien hecho, con mucho gusto, y alegría.

Exigirse a estar muy bien a pesar de lo que sea, e incluir el compromiso y la entrega en todo, porque si se sobrevive, a ésto se debe llegar si se quiere Ser y vivir feliz.

Una vez que se adquieren los hábitos, es cuestión de no ceder ningún día para dejar de llevarlos a cabo.

Se observa tanta inconsciencia alrededor que produce injusticia, desigualdad, dudas momentáneas por pensamientos que deben ser cambiados rápidamente para que no afecten el bienestar interior, y se continúe intacto trabajando en los objetivos de vida propuestos.

Es nuestra vida, y principal obligación, ser feliz.

Cada quien debe encargarse de ésto en su interior.

Compartir lo que nos sirve, es una forma de contribuir a que quien lo lea, u observe, tome lo que crea le puede servir para Ser y vivir mejor.

No es tan complicado. 

En esencia, es cuestión de atención a todo lo que se piensa, si no es positivo, cambiarlo rápidamente por un pensamiento positivo que genere alegría, o colocar la atención en la respiración, y agradecer con convicción y sentimiento por todo.

Este proceder también se convierte en hábito y se vive feliz, eso sí, sin quitar la atención en lo que se piensa.

Hay que ser fuerte en esto.

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