Elegir y decidir con consciencia es el botín de oro con el que todos nacemos y debemos descubrir a medida que empezamos a crecer.
Solamente uno puede encontrarlo y empezar a gastarlo.
Si nos hablan directamente de él, debemos dirigirnos allá, abrirlo, y empezar a usarlo diariamente para aumentar las posibilidades de vivir muy bien, con bienestar, seguridad, y alegría constantes.
No debemos compararnos con nadie para no sentirnos más ni menos que alguien en ningún momento de nuestra vida, por tener o ser algo que otro no es o no tiene.
Si logramos actuar solamente motivados por lo que sentimos en los días que trabajamos en su logro, con la seguridad de que ya somos y tenemos todo lo necesario para sentirnos interiormente muy bien, sin necesidad de querer formar parte de un grupo de personas cueste lo que cueste, es mucho el sufrimiento que nos, y evitaremos a muchos otros que nos quieren y nos apoyan constantemente.
Valorar y apreciar a todas las personas, es indicio de libertad, de desapego, de consciencia, pues conocemos lo que sentimos cuando nos sucede algo malo o a un Ser querido, y deseamos que nadie lo tenga que sentir.
Lo más importante aquí, es aprender a Amar, para que lo que debe ser alegría y admiración, no se convierta por ningún motivo en nuestra destrucción, retroceso, o detención en nuestro mejoramiento continuo como Seres humanos.
El Ser humano puede enfrentar enfermedades, accidentes, y confusiones que afecten su vida normal.
Por esta razón debemos cambiar nuestros hábitos de acción y de pensamiento.
Evitar los excesos de cualquier tipo, leer y escuchar diariamente ideas nuevas que nos aclaren la visión de la vida, obrar por convicción, no por tradición, ni costumbre, no causar daño, no tomar lo ajeno, reconocer nuestras debilidades, analizarlas y trabajar en ellas para corregirlas, desarrollar fortalezas y mantener las que poseemos.
Conocernos realmente, dar lo mejor en cada acto, ser justos y honestos en todos los aspectos y momentos, sin disculpas.
La muerte es algo común y fijo en el Ser humano.
En lugar de pensar en ella, vivir la vida con intensidad, con consciencia de las consecuencias de cada acto, para evitar lamentos y aceptarlas una vez se presenten.
La velocidad puede causar accidentes, entonces prudencia.
El licor y cualquier alucinógeno puede causar inconsciencia, entonces prudencia.
Y así, hay muchos actos y actitudes que nos exigen prudencia.
No más suicidios.
Construyámonos y aprovechemos esta oportunidad de Seres pensantes, para llegar hasta el momento del cambio de envase y de plano existencial.
Elegir y decidir con consciencia es nuestra fortuna y es inagotable, si así lo queremos.
Toma de aquí lo que te pueda servir.
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