El paso de los días que se convierten en años, cuando nos damos cuenta del valor de la inteligencia para reflexionar sobre todos los instantes que hemos vivido y sobre lo que hemos observado y sentido, es una alegría muy grande pues descubrimos muchas verdades que por diferentes situaciones han estado ocultas.
Lo experimentado, escrito, y compartido por muchas personas durante la existencia, es el regalo más grande que han dejado a la humanidad, para que quienes dediquen tiempo y atención a leerlos y a disfrutarlos, puedan continuar mostrando con sus vidas tranquilas, llenas de alegría, Amor, honestidad, abundancia, congruencia, productividad, sin apegos, sin temor, y con equilibrio entre el cuerpo, la mente, y el espíritu, la mejor y más sencilla manera de vivir aquí en la tierra.
El hacer todo muy bien hecho, con mucho gusto, y alegría, nos libera de los conceptos de sacrificio, carga, pereza, aburrimiento, pues se entiende que se debe actuar para lograr, para obtener los recursos que permiten adquirir lo básico, y adicional con prudencia, sin compararse con otros (para que no exista la posibilidad de convertirse en un ladrón), valorando todo lo que se Es, lo material y espiritual que se tiene, la salud, el verdadero Amor y el afecto de otros Seres humanos.
El conocernos cada día más, fortalece nuestro interior y nos permite desarrollar la autosanación, la regeneración de átomos, moléculas, y células de todos los órganos del cuerpo, para no temer a la enfermedad, sino ascender uno o varios niveles y tener presente que somos un equipo con nuestra mente, y nuestro espíritu, que trabajan juntos para corregir lo que no está funcionando bien, y mantener una actitud apropiada para el gran Ser humano en el que nos convertimos.
El significado de la palabra vejez cambia, como los actos cotidianos de aquéllas personas que se han convertido en Seres humanos y son acreedores a este estilo de vida superior.
Sus hábitos son muy específicos, sencillos, y efectivos.
La consciencia del tener el don más valioso en la tierra, la inteligencia para vivir muy bien, hace que no se arrastre más cuando se desplaza, sino que camina con alegría, seguridad, y certeza.
Cada uno es libre de elegir y decidir si usa ese maravilloso Don, reflexionando sobre sus hábitos y tomando la dirección de su vehículo, eliminando los excesos de todo tipo, adquiriendo buenos hábitos, aceptando con gratitud lo que no es posible cambiar, conociéndose cada día más, y disfrutando cada instante de su vida.