Somos privilegiados.
Haber nacido con todos los miembros del cuerpo, en excelentes familias, en excelentes ciudades con personas excelentes, es la mayor fortuna que poseemos.
El tener inteligencia para mirarnos, reflexionar, y tomar decisiones que nos permitan mejorar nuestra vida, es algo que no justifica de ninguna manera el quejarnos por cualquier cosa.
Si usamos bien nuestra inteligencia, podemos hacer de nuestra vida algo muy bello en todos los aspectos, es cuestión de no tener excesos de ningún tipo, de tener control de uno mismo, para trabajar en lo que sabemos nos lleva a un punto muy bueno.
En síntesis, debemos mantener el equilibrio entre el cuerpo, la mente, y el espíritu, para lograr todo lo que queramos.
Una vez que se inicia el recorrido por este camino, uno de los objetivos principales en la vida, es no salirse de él.
Avanzar siempre sin retroceder, detenerse para reflexionar, y continuar hacia adelante con mucha alegría, gratitud, consciencia, fortaleza, y decisión.
Es cuestión de elección y decisión.
La mejor forma de darle gracias a Dios, a la vida, a la naturaleza, y a la sabiduría de la naturaleza por todo, es eligiendo y decidiendo vivir de esta forma.
Dios los acompañe siempre.
