domingo, 9 de octubre de 2016

Entrada 38


Cerrar el pasado es abrir ampliamente la visión y la acción al hoy, que es lo único modificable.

Es no recordar, ni comentar, experiencias que conducen a mal estar, y a opacar algo o mucho el plan diseñado para vivir cada día mejor.

Es vivir el ahora con entrega a lo que se realiza, pues se sabe que la vida es cuestión de hacer, de moverse al siguiente punto definido, o a una actividad espontánea que aporte al bien estar del Ser.

La inconsciencia es tan desagradable, que aún después de empezar a vivir con consciencia, aparece constantemente en los recuerdos generando malos sentimientos.

Se crea otra instancia mental que dificulta el deseado cambio de vida.

Se tiene que sistematizar el vivir, identificando precisamente las actividades que impiden la toma de la atención, por parte de los pensamientos que evitan prolongar la tranquilidad.

Estas actividades deben realizarse diariamente para convertirlas en hábitos, acompañadas de la atención constante para percatarse de cualquier situación interna, que pueda afectar el progreso obtenido.

Se debe evitar definitivamente todo lo que pueda alterar de cualquier forma el estado mental del Ser, por ingesta de cualquier sustancia, pues sería como Sísifo cuando sube la roca a la montaña, y al momento verla rodar, para volverla a subir.

El logro está en subir la roca, continuar avanzando sin ella, liviano, admirando y disfrutando el paisaje sin mirar para atrás, ni siquiera en la mente.

Se inician nuevos ascensos con la claridad del qué lograr, la imaginación, y la persistencia como compañeros de viaje.

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