Mantener la continuidad en lo que se ha elegido y decidido hacer en la vida, da seguridad, claridad y certeza de que el actuar conduce al logro, al aprendizaje y reafirmación de comportamientos que favorecen el bienestar propio y de muchas otras personas.
Se desarrolla y amplía el enfocarse, la atención se dirige con el entendimiento a los puntos necesarios para obtener herramientas que permitan estar listos a cualquier situación que se presente en cualquier momento.
Cada instante está unido al todo, según lo que se presente, la herramienta (conocimiento o habilidad) apropiada pasa al frente y toma el control sin desligarse del resto, para ese Ser trabajar coordinado en grupo y dar solución de la mejor forma, o encuadrar con precisión lo por hacer.
El buen resultado da mucha alegría, satisfacción y fortaleza para seguir obrando de la misma forma, creando hábitos que físicamente conducen al Ser a recorrer diariamente un hermoso camino rodeado de bella naturaleza, y él capacitado para observarla con admiración y gratitud, sin pensar en algo diferente que desvíe ese disfrute y agradecimiento.
Un estado del Ser complejo de manejar (cuando no se ha alcanzado aún una conciencia plena), es cuando el resultado no es el esperado. La estructura del Ser enfrenta un remezón fuerte, asoman las dudas del comportamiento tradicional acostumbrado incitando a desistir, oscureciendo la visión, y reduciendo la confianza en sí mismo y en las elecciones y decisiones tomadas.
En estos momentos es cuando se acaban los peldaños en la escalera que se está usando para ascender, y se piensa que quizá se llegó al límite, que se debe cambiar de actividad, salen de sus madrigueras aquellos pensamientos que se creían eliminados, e invitan a la angustia y al desánimo a tomar posesión de ese espacio sagrado y luminoso que tanto disfruta el Ser.
Se debe llamar a la exigencia para que enfile a todos los componentes dispersos por la oscuridad momentánea, para juntos cambiar de actividad un pequeño espacio de tiempo y recuperar lo logrado hasta el momento, recordando el trabajo realizado y la importancia de ese comportamiento para retornar al camino, y entre todos colocar arriba el nuevo peldaño sobre el que apoyarse, para continuar ese hermoso, valioso y satisfactorio ascenso.
Esto es para mí, una parte grande de crear el cielo en la tierra.
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