miércoles, 30 de mayo de 2018

Entrada 110

El no darle importancia al pensamiento de si soy algo, o alguien, me libera de una gran carga cuando aparece, me da mucha libertad, alegría, tranquilidad y soy más productivo.

Ese pensamiento deja de aparecer en mi Mente pues sabe que ya no le doy importancia.

Hago todo muy bien hecho, con mucho gusto, y alegría.

Inicio cualquier actividad con la seguridad de que la haré muy bien, y que de ella aprenderé muchas cosas.

Pienso que la palabra fracaso (resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediese bien) no se debe usar en aquellas situaciones donde se trabaja con entrega y rectitud.

Claro está que el lente con el que yo miro, y el ángulo desde el que lo hago, no es el general que usan los demás.

Mi meta es ascender a la cuarta dimensión, y no tener que volver a este plano humano, donde los sistemas sociales afectan el bienestar de todos.

La mayoría de humanos se engañan a sí mismos, y por supuesto engañan a todo el resto, por no tener el valor de detectar sus debilidades y trabajar duro para superarlas.

En lugar de eso mienten, roban, acomodan todo de tal forma que les favorezca, y se libren de ser enjuiciados para pagar por sus delitos.

Esto se volvió el denominador común en el mundo, ejecutado diariamente por los políticos y empleados oficiales. 

Están tan seguros de que no les sucederá nada, y la piedra que les caerá encima es tan grande, que los despedazará y vivirán para pagarlo.

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