jueves, 26 de noviembre de 2015

Entrada 11

EMPEZÓ COMO UN CUENTO, PERO ES MI NUEVA REALIDAD.

Sentí que todo lo sólido en mí se disolvió y se combinó con lo etéreo.

Empezó con el cráneo, luego el cerebro y luego todo el cuerpo.

Convergí con el universo. Soy uno con la existencia. 

Las moléculas que constituían mi cuerpo, se deshacen liberando los átomos. 

Soy miles de átomos más en este mundo nuclear, sin forma, sin figura, libre totalmente.

Desaparecieron los límites, el fluir es mi nuevo transporte, no existe unidad de medida, ni de tiempo, pues las distancias se recorren inmediatamente con el pensamiento.

Elijo permanecer donde quiero por el sentimiento, y puedo retornar a cualquier punto de inmediato, al revivirlo con el recuerdo. Al desplazarme se mueven juntos los átomos, pues están codificados en el adn, como lo hacen las miles de abejas, cuando se dirigen a su colmena .

Qué felicidad, qué esencia de Ser. Qué sensación tan especial en este mundo microscópico.

Para ingresar o salir sencillamente lo imagino, visualizo la forma y la figura a adoptar, y las moléculas se forman nuevamente, reuniendo cada una los átomos respectivos, para constituir nuevamente el sólido diseñado.

Así fue mi descubrimiento de la muerte. Misterio tan temido por todos los humanos, pero como siempre en mi existencia, donde gocé de privilegios, este fue el mayor obtenido, que no muchos pueden obtener.

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