martes, 17 de noviembre de 2015

Escrito 7

Elegir y decidir dejar de sentir algo puro y real, de cerrar la puerta nuevamente al cambio interior de ver que la vida es como es, y no siempre como uno quiere que sea, es permitir que el capricho tome la dirección nuevamente, pues ya conoce el camino y el paisaje vacío, o no tan bello, que se ha recorrido durante mucho tiempo.

Es no permitirle a la consciencia y al Ser, conducir por un nuevo camino, adecuando todos los componentes en el interior, para disfrutar de la belleza en los momentos que se transite con un Ser, con el que se ha estado construyendo una estructura, que les brinda un espacio único para el disfrute mutuo.

El avance está en no permitirnos este tipo de actos, porque estaremos quitando fertilidad a nuestro interior, impidiendo el brote natural de hermosura y frescura, tan necesario en cada instante de la vida.

Esto hace parte del derribo de costumbres en el proceder, fruto de la revisión y conclusión de no conveniencia.

Aclarando que costumbre es diferente a valores, principios y acuerdos con carácter de compromiso.

Costumbre visto como, “porque siempre se ha hecho así”, sin meditar si es lo más conveniente seguir haciéndolo así, o cambiarlo. #serunmejorser

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