El iniciar la caminata por el camino de la Inteligencia Emocional, ha corrido una cortina grande y muy oscura, que ocultaba una forma nueva de proceder, ya que los pensamientos tomaban el control del Ser, y generaban sentimientos que indicaban, que se estaba procediendo de la manera adecuada, según el suceso que estaba ocurriendo.
Este proceder resultaba en pérdidas, para volver al limbo de las posibilidades mentales, por no esperar que fuera el otro lado quien reaccionara ante la mejor actitud, y entrega, decididas con Amor y gusto.
Es tan hermoso ver los resultados obtenidos, que se siente cómo, al girar una pequeña rueda, hace cambiar el rumbo de un transatlántico del tamaño de un edificio de 8 o más pisos.
Aquella cortina ocultaba el hecho de que nadie sabe realmente, lo que cada uno piensa, permitiendo a las energías frescas del momento, crear un camino perfecto sin diseño.
De aquí en adelante sólo es actuar, pues el camino abierto reposa sobre un suelo muy firme, y el paisaje es claro y muy hermoso.
El Espíritu tomó el control, el ego fue desplazado, la alegría, la belleza, y todo el conjunto de músicos celestiales, animan ahora el viaje de estos transformados pasajeros.
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