No es congruente sentir arrepentimiento por las acciones realizadas que al recordarlas generan malestar en mí, pues ya no puedo hacer algo para cambiarlas.
Es una invitación y un impulso a reflexionar bien sobre el, o los pensamientos que produjo o produjeron esa desafortunada consecuencia.
Hay que observar muy bien cada situación que se acepta, para tener muy clara la actitud y disposición que tengo que mantener en cada instante cuando estoy ubicado mental y físicamente en ese espacio.
Tengo que actuar con celeridad para darle solución a lo que se presente, con mucho cuidado y reflexión ágil, investigando sobre ideas y herramientas que contribuyan a la solución o mejoramiento de tal evento.
En una contratación existe la jerarquía, y generalmente quien contrata los servicios a prestar está por encima.
Esto se tiene que entender y aceptar con tranquilidad para llegar a una relación de cordialidad, de ambas partes ganar, expresando lo necesario en el momento justo para que haya consciencia y conocimiento sobre el estado del trabajo, si es de evolución, o se encuentra detenido y por cuál razón.
La alegría que produce el avance de un trabajo, tiene que opacar cualquier desánimo que pueda presentarse en cualquier momento.
Tengo que asignar los días y horas de trabajo a las diferentes actividades que permiten mantener el equilibrio entre el cuerpo, la mente, y el espíritu, para así asegurar el avance continuo, y que las aparentes detenciones sucedan con razón, como investigación, o reuniones para comentar situaciones inesperadas que se presenten.
Un análisis detallado, ágil y profundo antes de iniciar toda actividad con mucho entusiasmo y seguridad del resultado positivo y muy útil, es muy necesario en TODOS los aspectos.
Este es el esquema de Vida apropiado que tengo que seguir para que mi Vida sea excelente y en mejoramiento continuo.
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