El principal aprendizaje como humanos es recordar continuamente lo que le puede pasar a un humano, porque lo hemos escuchado, visto, leído, y Vivido en carne propia.
Recordar que todo acto tiene consecuencias, esperadas y no esperadas.
En este punto es donde tenemos que agradecer más, puesto que hubo actos ejecutados cuyas consecuencias pudieron ser peores y no sucedieron.
Esos son los grandes regalos que no se ven tan fácilmente o nunca los vemos, a no ser que ingresemos en una etapa de reflexión continua cuando hemos decidido Vivir muy bien interior y exteriormente.
Es una gran alegría cuando se llega a este punto de claridad, de sencillez, de pensamientos continuos relacionados con este propósito, de darse cuenta que se está caminando por este especial camino sin importar el destino al que se llegue, sino dándole mayor importancia a la calidad del recorrido.
Ese estado es el cielo que tanto hemos escuchado desde pequeños, pero explicado de mala manera porque no se ha entendido bien, ya que no lo han explicado bien.
Ha sido usada esa palabra para manipular como tantas otras.
La verdadera libertad reside en la solidez de las creencias, en los pensamientos que se permitan y se mantengan en la mente, sin necesidad de que sean aprobados por otras Personas, sólo se expresan, y quienes los escuchen deciden qué hacer con ellos, si aplicarlos o ignorarlos.
Al empezar a aplicarlos pueden ser modificados como cada uno quiera, esa es la idea principal, cada quien es el único que se conoce verdaderamente y permanece consigo todo el tiempo.
Llegando a este punto se disfruta bastante el paso de los segundos, y el sentimiento que se tiene es de total satisfacción sin temer algo pues se sabe que el camino que se está recorriendo fue una invitación directa de la grandeza existencial.
Piensas que es ficción?
Yo no lo creo.
Está hecho del mismo material de la imaginación, que es el primer requerimiento de toda creación.
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