La compasión (sentimiento de pena, de ternura, y de identificación ante los males de alguien) por lo que puedan sentir las demás Personas y el no egoísmo, surgen de la mirada y reflexión en uno mismo de todo lo que se siente cuando le sucede algo fuera de lo común, y que no genera alegría a un Ser muy querido por uno.
Proyectar lo que uno siente, ese malestar, ese sufrimiento psicológico, y ubicarse mentalmente en que igual o peor puede ser lo que sientan los demás, es lo que genera entendimiento y comprensión para no permitirse ignorar y expresar palabras inconscientes a otras Personas en un mal momento que esté sucediendo en su Vida.
La honestidad con uno mismo empieza ahí, decirle a esa parte mental que quiere actuar y / o expresarse duramente con otra Persona sin dedicar tiempo a reflexionar para usar las palabras apropiadas y el momento preciso para hacerlo.
Sin importar el lado que ocupe uno en estas situaciones que en algún momento se presentan a cada humano, es clara la urgencia de fortalecerse mental y físicamente para mantener el entendimiento de que TODO lo que sucede es perfecto y necesario según las leyes universales.
Estas son dichas / escritas por Gerardo Schmedling: Ley del Amor, de Manifestación, de Polaridad, de Evolución, de Correspondencia, de Armonía, de Naturaleza.
Es urgente cambiar y mantener el tipo de pensamientos que permitimos estar más de un segundo en nuestra mente con agrado y claridad de la necesidad de hacerlo, pues ya hemos Vivido muchos años para continuar igual, viendo que finalmente TODO hay que aceptarlo pues es algo que no está adentro de nuestras posibilidades para evitar que suceda.
Lo que sí podemos hacer, es elegir y decidir mantener la mejor actitud y disposición al despertar cada hoy, reflexionar diariamente para mantener el equilibrio entre el cuerpo, la mente, y el espíritu, realizando actos en estas tres áreas, los que constituyen nuestros buenos hábitos, creencias sólidas, y la gratitud continua.
Hay que pasar más tiempo en la dimensión espiritual pues la material es obvia, para poder modificarla a nuestro congruente e inteligente antojo.
Cada objeto (materia) es un ente Vivo que nos es muy útil, de lo contrario no lo volvemos a usar y tenemos que salir de él, igual con los objetos mentales para que no nos carcoman generándonos malestar continuo.
La comunicación con los objetos materiales hace que nos integremos con ellos y se conviertan en compañeros fieles que nos colaboran para que todo nos resulte tal como lo deseamos y necesitamos.
Es abrir en nuestro interior un nuevo espacio, estamos conectados con TODO, tenemos que mantener la vigilancia sobre nuestra actitud y disposición, y así nuestra Vida es maravillosa.
Somos privilegiados y muy afortunados, recordemos todo lo que tenemos y somos, usémoslo.