miércoles, 12 de julio de 2017

Entrada 55


Qué sensación tan agradable detectar un elemento en el interior juzgando algo, e inmediatamente el bien Ser expresar, fuera, fuera.
No sos bienvenido. 

Esta es una muestra del avance en la atención, observación y acción inmediata para no permitir estar en la mente ni un segundo, pensamientos que hagan sentir mal al Ser.

El objetivo es mantener presente el noble óctuple sendero:
- Recto Entendimiento, Recto Pensamiento, Recto Lenguaje, Recta Acción, Recto Medios de Vida, Recto Esfuerzo, Recta Atención y Recta Concentración.

Este es un bello camino que proporciona tranquilidad, bienestar constante, mejoramiento continuo, desprendimiento humano, material, y terrenal.

El concepto de Estado Interior a elección, toma el lugar de la muerte.

Término tradicional tan mal manejado y que no se le ha dado un trato especial en la educación de los humanos, a pesar de ser lo único fijo hasta ahora en la vida de todos.

Muchas vidas se han visto destruídas por un largo tiempo, o finalizadas, al perder un Ser querido, tratando de seguirlo, sin saber siquiera a dónde van y en qué forma se continúa, o no.

Los cambios más importantes y valiosos en todas las épocas, son los que suceden en el interior del Ser, pues es ahí donde se desenvuelve realmente la vida para esa persona.

Retirar la mayor cantidad de miedos aprendidos por transmisión en la crianza, por hechos vividos, por hechos vistos sucedidos a otros, por proyecciones de posibles situaciones que se podrían presentar, etc, es de las principales metas que debe tener todo humano para en realidad darle sentido a la vida, y al estar aquí viviéndola.

Esa atención y observación constante a lo que sucede en el interior, permite avanzar cada día en el conocimiento propio de las limitaciones, debilidades, y fortalezas que se tienen, para retirar las perjudiciales, y fortalecer las que aportan.

Recorrer este camino libera de tanta carga inútil mantenida durante tantos años afectando el día a día, que es lo único que realmente existe.

El otro camino es, pensamientos sin control y con personalidad, pues diariamente se presentan los mismos, cediendo su lugar solamente a otros más elaborados que causan cada vez más malestar y estancamiento. 

Ceder el control de sí mismo al caudal de pensamientos generados por otro cualquiera de los elementos en el interior, puede generar cansancio, desánimo, desesperanza y finalmente anulación del Ser. 

Para evitar ésto, el camino del noble óctuple sendero hace que el Ser tome las riendas del potro que es su vida, lo amanse y lo conduzca hacia donde él quiera, no al contrario.

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