Los hábitos que contribuyen al mejoramiento continuo del Ser, no son rutina, son actos elegidos conscientemente por la utilidad que prestan a nuestro cuerpo, mente, y espíritu.
No son rutina pues cada vez que se ejecutan, se revisa si hay una mejor forma de realizarlos.
Son la reafirmación de nuestros propósitos, el aceitar nuestra voluntad y nuestra constancia.
Son la expresión máxima de la consciencia, son las palabras que utilizamos para decirle a la vida, aquí estoy viviendo, agradecido contigo, es mi forma de mostrarte que hasta el último día en este vehículo, haré todo muy bien hecho, con mucho gusto, y alegría.
Gracias vida por tanta bondad y belleza.
Los hábitos nos fortalecen, nos dan estabilidad, y nos ubican en un espacio privilegiado en la vida.
Somos el capitán de nuestro barco y navegamos por los lugares decididos como los más eficientes y eficaces para transcurrir cada día.
Nos dan una identidad que proporciona alegría, seguridad, y mejoramiento continuo.
Desarrollar buenos hábitos es garantía de felicidad.
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