Encargarnos de que nuestra mente, cuerpo, y Espíritu hagan de nuestra vida algo muy satisfactorio, es la base del mejoramiento continuo, la felicidad, y el bienestar constante.
Exigirnos a estar bien, significa entre otros muchos, no permitirnos que cierto día, en cierto momento, no queramos que alguien nos hable; eso muestra con claridad todo el trabajo que nos falta por hacer, para tomar control de nuestro interior.
El estar siempre alegre y dispuesto a hacer lo que se deba, o se quiera en cualquier momento, es un avance significativo que indica que características claves en nuestro interior, se están convirtiendo en hábito, y que los objetivos propuestos, se están logrando.
Se usa el tiempo para Ser, llevando a cabo los actos que mantienen el equilibrio entre el cuerpo, la mente, y el espíritu.
Una buena estrategia es hacer TODO muy bien hecho, con mucho gusto, y alegría.
De esta forma se usa muy bien el tiempo, se es productivo, y feliz.
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