miércoles, 12 de julio de 2017

Entrada 59


En mi realidad como humano, concluyo que todas las emociones son controlables.

Es cuestión de exigirnos a Bien Pensar.

Significando exigirnos, el NO permitir en ningún momento ni circunstancia, pensamientos catalogados por cada uno como inapropiados.

Lograr observar cada pensamiento en el momento que surge, ayudados por el sentimiento que genera, es la medida de catalogarlo como apropiado o no.

Cualquier momento es el indicado para cambiar el comportamiento que nos causa emociones conflictivas.

Esto sucede al recordar eventos vividos y que volvemos a vivir al recordarlos.

Detenerse un momento a reflexionar al respecto, para decidir si obrar de la misma forma en caso de presentarse, o querer hacerlo, es muy necesario para liberarse de posteriores malos momentos.

No debemos culparnos por lo sucedido; lo importante es determinar que cuando sucedió, no se tenía la consciencia mínima para saber lo que se sentiría después de llevar a cabo la acción, y decidir NO volverla nunca a realizar.

Eso sí, el verdadero arrepentimiento se muestra cambiando inmediatamente el comportamiento, ante ese tipo de situaciones o parecidas.

No debe convertirse en lamento y comentario de que realmente esta sí es la última vez, pues ese Ser no es tal, y no tiene control de sí mismo, ni deseo de cambiar.

De presentarse, se debe cambiar inmediatamente de escenario y actividad, para superar esa prueba y aumentar la fortaleza interior.

Iniciar y continuar por el camino de la reflexión, garantiza logros cotidianos, producto del adquirir buenos hábitos que proporcionan seguridad, alegría y bienestar constante.

Nuestra vida es nuestro principal proyecto.

Trabajémoslo con decisión y certeza.

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