Entrada 57

Concluí lo siguiente:

Al viajar hacer una lista de:

- Todo lo que se lleva, para antes de regresar revisar la lista e ir empacando para no dejar nada.

- Todas las actividades como ejercicios, lecturas y demás actos que se realizan diariamente donde se permanece más tiempo.

Parece increíble llegar a ésto pero me sucedió.

Es cuestión de logística para no confundirse, ni indisponerse, ni empezar a aceptar cosas destructivas como estoy perdiendo la memoria, o se está reduciendo mi atención, etc.

En mi caso concluyo que el hábito, rutina, o costumbre, se asocia al lugar donde se permanece más tiempo y se llevan a cabo ciertas acciones.

Estas listas aseguran un buen resultado SIEMPRE.

Esto me revolcó feo, sentí ira, decepción, desánimo, malestar, se me activó un dolor que mantengo controlado con los ejercicios diarios, pero finalmente recordé mi objetivo principal de ser feliz y exigirme a estar bien siempre, a pesar de lo que sea, y concluí lo de las listas para que no me vuelva nunca a pasar.

También logré observar la ira al realizar ciertos actos y NO le permití controlarme. 

Me dí cuenta que el exigirme realmente significa no permitir que otra entidad diferente a mí, tome las riendas.

Recordé a Eckhart Tolle que habla de la observación de todo lo que sucede en nuestro interior, mirarlo fíjamente y en ese momento la consciencia toma el control.

También me dí cuenta de lo fácil que podemos derrumbarnos los humanos, a pesar del trabajo duro que realicemos diariamente.

Depende mucho de cada uno el mantener la consciencia de que hay que vivir con mucha alegría y muy buena actitud hasta que cambiemos de vehículo, para no desistir NUNCA de este principal propósito.

Si algo tan sencillo, y que afortunadamente no causó daños a otros, ni a objetos, me causó tal malestar un breve momento, algo de más calibre como una pérdida de un Ser querido, un mal negocio, etc, puede derrumbar el trabajo de mucho tiempo y destruir al Ser, un hogar, una vida.

Por esta razón es muy importante fortalecer diariamente nuestro interior, para que cuando nos suceda algo así (que hay una gran posibilidad, pues somos humanos), estemos conscientes y podamos recuperarnos rápidamente.