Es muy importante para la felicidad personal, el mirar en el interior constantemente para conocerse mejor, poder elegir y decidir qué pensar y qué hacer, qué mantener y qué abandonar.
Algo que no se debe abandonar es el arrojo (Valor y osadía de la persona que no se detiene ante situaciones peligrosas) si en algún momento se ha tenido, pero haciendo el mejor uso de la consciencia, para que exista menor probabilidad de que ocurra nuevamente algo indeseable o desafortunado.
Un bello significado de Madurez es, "Estado de una persona que ha alcanzado su mejor momento en algún aspecto".
Esto lo proporciona la claridad mental al actuar con sencillez, ignorando el significado tradicional de muchas palabras.
Actuar basado en un bello sentimiento, coloreado con espontaneidad, alegría, y coordinación de todos los elementos necesarios para obtener el resultado deseado.
No hay patrones que seguir, sino el propio y deseado, que el sentimiento diseña con rapidez y perfección.
No se da espacio a la comparación, ni al juicio, sólo a la satisfacción personal y de quienes se encuentren también viviendo lo mismo.
De esta forma el estado interior del Ser, se va modelando con material fuerte para que la felicidad y el bienestar constante no se alteren muy fácilmente, sino que continuamente tomen forma los espacios que con el tiempo no ha sido posible adecuar.
La edad (Tiempo que ha vivido una persona contando desde su nacimiento), es sólo una medida como la altura y el peso, no se le permite influir en forma negativa en el Ser.
Está claro que la felicidad o el bienestar en la vida, depende en gran parte de los pensamientos que permitimos en nuestra mente, y en el significado real que le damos a la mayoría de palabras que usamos.
Revisar detalladamente esto cada día y con atención plena, es una prioridad en nuestra vida.
Hagámoslo ya.
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